Hoy sale publicado en el Boletín Oficial del Estado la disolución de las Cortes Generales, la convocatoria de elecciones a las Cámaras que representan al pueblo español, un pueblo con un territorio que se constituye en un Estado social y democrático de Derecho y que abandera como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Hoy se abre el protocolo, comienza a trabajar la maquinaria del Estado para que la soberanía nacional que reside en el pueblo español hable. Todos los organismos del estado comienzan un periodo de interinidad para que los españoles ordenen quienes van a asumir la responsabilidad de dirigir al pueblo español dentro del marco que establece nuestra Carta Magna.
Hoy comienza para cada uno de los españoles con derecho a voto la cuenta atrás para decidir qué es lo que van a hacer, si van a ir a votar o no; si van a votar en blanco o si van a votar a un determinado partido; si van a ser fieles al partido con el que se identifican ideológicamente o si van a votar a otro; si van votar al que les beneficia o si van a votar a cualquiera de los partidos que respetan la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Hoy es un día para la esperanza del pueblo, el veinte de noviembre será un día para el triunfo de unos y para la desilusión de otros que pasarán al ostracismo con el amargo sabor de haber derrochado tanto esfuerzo personal en beneficio de lo común y a costa del sacrificio de sus familiares y amigos más cercanos.
Hoy los ciudadanos de a pie nos hacemos muchas preguntas, probablemente las mismas que después del veinte de noviembre se hagan los elegidos por los soberanos del voto, por los que ejercen y poseen la autoridad suprema e independiente del voto. ¿Por qué me sale tan cara la electricidad? ¿Tendré trabajo al mes que viene? ¿Permito que arbitrariamente una de las partes cobre injustamente a otra pequeñas cantidades que suponen pingues beneficios? ¿Respeto la legalidad? ¿Médico público o privado? ¿Llevo a mi hijo a la escuela del pueblo o ...? ¿Hay escuela en mi pueblo? ¿Y por qué no pongo Internet gratuito a todos los españoles? ¿Y la plaza del pueblo quién la barre, el alguacil o contrato a una macro empresa que venga con un camión escoba desde la capital?
No hay milagros, sólo la suma de los esfuerzos individuales cuenta, nuestros dirigentes tienen que encauzar ese esfuerzo con acierto, pues si no aciertan ya sabemos cuales son las consecuencias. Pero para acertar hay que decidir, elegir y para elegir se deben conocer las opciones, si lo que supone cada una de las opciones no se conoce el decidir, el acertar es una cuestión de azar, por favor absténganse de presentarse candidatos que no tengan asumidos los números que se manejan en los presupuestos generales del estado, pues luego nos pasa lo que nos pasa, nos emborrachamos de números, nos comen la oreja y acabamos haciendo aeropuertos donde no hay viajeros que monten en avión, líneas de transporte deficitarias a costa de no mantener adecuadamente las que dan beneficios, obras faraónicas que no podemos pagar, etc. y esa suma de los esfuerzos individuales se disipa y no se alcanza el bienestar de los ciudadanos y se pasa al desencanto y la apatía.
Hoy es el pistoletazo de salida, el veinte de noviembre hablarán los soberanos del voto, todo es mejorable pero estoy convencido que nuestros principios constitucionales profundamente arraigados en la moral y fruto de los acontecimientos históricos de los últimos trescientos años son un buen marco para que todos podamos vivir con dignidad, para que las carencias individuales del tipo que sean puedan ser asumidas por el conjunto, para que las desigualdades e injusticias no se acrecienten, pues han sido, son y serán las fuentes que han generado más desgracias a la humanidad. Que nuestro voto y el acierto de nuestros dirigentes sirva para CONSTRUIR personas, personas con valores, en esa construcción está el futuro de todos.